La luna, el viento, el año, el día
Volver a la patria había sido, a lo largo de todos los años de exilio, una necesidad vital. A pesar de la apertura de horizontes y del nacimiento de nuevos afectos que había implicado vivir en otras latitudes, el regreso seguía siendo una estación lejana y deseada. Y ahora —en un vuelo para otros ordinario— Ana Pizarro se dispone a iniciar su propio desexilio. En un relato intenso, en el que se van articulando armónicamente los recuerdos, la imaginación, los tiempos y el espacio, la autora realiza un fascinante intento por recuperar la historia individual y colectiva, preparándose para el inminente reencuentro con el presente, con ese nuevo presente que se iniciará apenas el avión toque tierra chilena. Y al hablar de historia, Ana Pizarro señala que “historia de uno es historia de todos, en la que te sumerges y en donde puedes encontrar tu sentido, el sentido del recuerdo… de los silencios… y la de este espacio en donde tú no eres más que una expresión, un algo, un detalle, un brote ínfimo que vive una fuerza mayor”.