Reseña

Operación Silencio fue publicado en Alemania Oriental en 1974 por los cineastas Heynowski & Scheumann, y documentación de Peter Hellmich, su camarógrafo y socio en el Studio H&S. Alcanzaron a imprimirse 18.000 ejemplares en alemán y nunca antes fue traducido a otro idioma. En realidad tuvo una circulación reducida, entre los habitantes de la RDA y entre algunos chilenos en el exilio. Estaba pensado para despertar la solidaridad con Chile, y también —como en las películas de H&S— denunciar, en el contexto de la Guerra Fría, las estrategias imperialistas para frenar los avances del socialismo en el mundo.
A casi 50 años de su primera publicación, Operación Silencio se edita en Chile y sale al encuentro de un nuevo público. Esta vez es un fotolibro que cobra calidad de documento directo de los primeros meses de la dictadura, con una colección de fotos mayormente clandestinas, donde destaca la valiente cámara de Domingo Juan Politi Donati. Registra los presos del Estadio Nacional, los muertos en la calle y en las aguas del Mapocho, y muchísimas imágenes desconocidas hasta ahora en Chile. Es una colección de fotos que no habíamos visto y contiene textos que relatan la participación civil en el golpe de Estado. Un álbum del horror y la muerte, pero también un testimonio del brusco cambio que vivió Chile después de Salvador Allende. Un mundo donde los militares llamaban a donar las argollas de matrimonio para financiar la refundación del país, mientras por un aviso del diario buscaban promover la delación, convocando a los "ciudadanos" a "limpiar tu patria de indeseables", para su "eliminación". Es el mundo del supuesto Plan Z, creado para justificar la violencia con el argumento "o eran ellos o éramos nosotros", donde la revancha servía para los propios intereses, disfrazado de discursos patriotas.
Operación Silencio ilustra bien las denuncias de la cámara ilegal a comienzos del periodo más oscuro de nuestro país y, por primera vez, permite apreciarlo a cabalidad en traducción al español. Es un fotolibro que nos llega del pasado, originado en un país que ya no existe, y que grafica el horror que no habíamos visto, incluso medio siglo después.