Reseña

Si bien el origen del consumo puede encontrarse a partir del siglo XVII, con la producción y comercialización de bienes y productos, emergiendo el denominado «consumo de necesidad», su imparable y volcánica evolución ha promovido el paso de ese consumo de subsistencia al consumo como bienestar y su posterior sentido de consumo = pócima de la felicidad.
Seductoras oportunidades, que atraen, embaucan, manipulan y convencen al destinatario no sólo del objeto a consumir, sino de su necesidad indiscutible, han ido favoreciendo un consumo masivo, propulsado en la sociedad economicista y tecnológica del siglo XXI, que plantea problemas al planeta en general, como la pérdida de recursos para el medioambiente o las patologías mentales (a ello se ha referido Naciones Unidas con los ODS 2015), además de suscitar la necesidad de conjugar límites y regulaciones que permitan controlar el consumo líquido que nos acompaña.
Son numerosas e interesantes las cuestiones que se van planteando en torno a un derecho del consumo en constante mudanza, activo, impulsivo, expansivo. De este modo, la obra que el lector tiene entre sus manos ofrece esa mirada poliédrica, asimétrica, de numerosas cuestiones que provoca en el siglo XXI el análisis acerca del sobredimensionalismo del consumo en la vida y de sus consecuencias en el derecho del consumo.