Reseña

Testificar allende lo humano es un libro sobre artes visuales en Chile, enfocando la obra de tres artistas (Eugenio Dittborn, Lotty Rosenfeld, Catalina Parra) y abordando las discusiones sobre el estatuto de la “vanguardia” en arte y política —principalmente durante las décadas de los ochenta y noventa, aunque se extiende en su análisis a obras posteriores. El libro aborda las nociones de vanguardia y modernismo en relación con los procesos de modernización dictatorial, centrándose en la cuestión de la naturaleza del testimonio. ¿Cómo pensar, más allá del testimonio como revelación ligada a alguna economía de la presencia, una forma de testificación ligada a otra concepción de la (post)indexicalidad? ¿Cómo pensar, a contrapelo de la idea de revelación, la insistencia en una revelabilidad que es más bien advenimiento e invención? Incluso más: ¿cómo testificar más allá de los tropos representacionales humanistas y antropocéntricos de la “vida”, la muerte, la relación entre sí mismo y lo otro –si es que es posible en esos términos? ¿Cómo pensar la naturaleza de la justicia más allá de los cálculos del intercambio; o la historia, como algo más que una extensión historicista del statu quo; o la vida, tanto individual como colectiva –la comunidad–, más allá de la salvaguarda y el sacrificio subjetivistas o inmunológicos? ¿Qué pasa entonces con el juicio, con el juicio crítico y la crítica del juicio? Para abordar estas cuestiones, Kate Jenckes analiza los debates de teoría estética y una serie de obras artísticas –producidos en Chile entre los años de la dictadura y la postdictadura de los años 90 y comienzos de los 2000– en los cuales se pondría en juego la testificación de una alteridad constitutiva que rompe con las cartografías familiares de subjetividad, relacionalidad, comunidad, historia y política.