Entre tintas y matices
Escribir era consecuencia de un corazón roto.
Inked Feather, nombre elegido para aporrear el teclado y publicar sus cartas de despecho. Sin vergüenza, aunque manteniendo el miedo a ser descubierto. Es por eso que dedicaba sus cartas a aquellas con su inicial. Quizá supiesen, quizá no, pero era un juego que disfrutaba mantener. ¿Quién sospecharía de un don nadie?
En el foro del Florecimiento, página para discutir diferentes tópicos, Benjamín, de veintitrés, jamás creyó que su famoso y lastimero personaje llegaría a ser tan relevante. Acumulaba miles de lecturas y respuestas diarias a cada publicación, cada frase, párrafo y carta que publicaba. Y, a pesar de eso, jamás se vio a sí mismo como un fenómeno ni nada por el estilo, de hecho, sentía que caería en cualquier momento.
¿Cómo una simple carta hacia una chica que le rompió el corazón había cambiado las cosas tanto? No lo sabía. Pero si sabía que usaría su popularidad para ella, la pintora, su inicio y su final.
¿Habrá sido lo correcto?