Allende murió para vivir
A 50 años
En Chile, los 50 años del golpe de Estado significaran un capítulo más de un larguísimo y discutido relato histórico que no es unánime y que, pienso, será interminable porque se reproducirán las teorías y posiciones opuestas en su esencia, así se reanimarán las polémicas a través de los años, como es inevitable que reaparezcan las diversas corrientes ideológicas y culturales existentes en la civilización humana.
Por eso, hay que luchar por el respeto a la memoria de sus actores esenciales, los que cayeron, aquellos que fueron el centro de los acontecimientos con una sola convicción, allí debían estar, tenían que luchar, no estaban allí para escoger, por eso, lo fundamental es la memoria de los militantes socialistas y de la izquierda chilena que no podían desistir, a los que correspondía luchar por la dignidad y la libertad de los suyos, de sus sueños, de la victoria que sobrevendría mucho después, en el futuro, por la que bregamos hoy, por el compromiso que nunca abandonaremos.