Reseña

La Serena en la memoria hilvana -a través de recuerdos, entrevistas
y crónicas- el tejido de una época en la ciudad que acogió a los
autores en sus primeros años de vida. Subyace, entonces, en este
ejercicio memorístico, lo que sugiere el poeta Thomas Harris: guste
o no, el lugar de nacimiento nos persigue para siempre. Y no por
capricho se eligió la década de los ‘60: fue un período complejo pero
seductor, que agitó utopías y revoluciones, y que tuvo también eco
en pequeñas localidades al fin del mundo. Así, estas Memorias sobre
La Serena, le harán sentido a muchos lectores que se identifiquen
con sus propios terruños.
Una advertencia: acá no se narran, principalmente, los “hechos
oficiales” ni se interpreta la historia conocida de la época. El objetivo
es compartir recuerdos, anécdotas y eventos cotidianos (que no por
ser cotidianos son irrelevantes), y que pueden estar difuminándose
en los repliegues más íntimos de la memoria, para rescatarlos del
olvido. Yael Zaliasnik lo dice más bellamente en el prólogo: se trata
de “unir pecios de naufragios que así no se pierden en el océano
infinito del tiempo y la desmemoria”. Es novedoso e interesante. Y
nada trivial. La invitación a zarpar en la búsqueda de fragmentos
de estas rememoranzas conversadas y vividas está hecha.