Reseña

Fui alumno de la Escuela de Artes Aplicadas. Al finalizar mi primer año (1965), hubo una exposición en el hall de la Escuela, en calle Arturo Prat, de un egresado que nos produjo un impacto tremendo: exponía el exalumno Vicente Larrea, mostrando trabajos y objetos que jamás habíamos visto, como clichés, originales, bocetos, etc. Se rompieron nuestros esquemas. Asomaba la reforma universitaria y en ese contexto pedimos que el expositor Larrea nos hiciera clases, lo que no fue posible. Nuestros profesores no lograban actualizar la actividad.
En 1968 ya era profesional, y aparecía en forma destacada ante nosotros,
—los gráficos de indap—, el trabajo de Larrea+Albornoz, que firmaban diseño gráfico. Comprendiendo que esto era lo que nos definía, empezamos también, con nuestro equipo, a firmar como diseñadores gráficos. No podemos ignorar ni ocultar la potente influencia que ejerció su trabajo sobre el nuestro. Esa influencia fue repentina, potente, fundamental: un aluvión.