Cierto
Ensayo fotográfico sobre la mirada y el asombro con textos y fotos del autor.
Después de todo, pensaba, debería haberme preocupado antes por lo que pasaba aquí. Es cierto, ¿pero cómo podrías saber, si no habías oído hablar de ello?, me decía para disculparme. Puede ser, me respondía a mí mismo, pero también puede ser que hayas estado distraído cuando se supo, ocupado en tus propios asuntos, y por eso no te enteraste. Medité un momento sobre esa observación, y sí: me pareció recordar que quizá había escuchado alguna vez algo parecido, pero, como acostumbro, debo haberme limitado a atender desde lejos, para que nadie pensara que tenía curiosidad.