Reseña

Fotolibro realizado por el fotografo puertovarino Luciano Invernizzi. Es sinuoso, incierto y borroso, como los paisajes fotografiados a través de un cristal empañado y llovido, a pesar del constante movimiento del limpiaparabrisas que intenta despejar la vista. Las imágenes de Luciano refieren siempre a una condición interior: la de los territorios, del espacio del automóvil y el personal. Son paisajes introspectivos que se oponen a la histórica “vista desde el tren” que invita a la proyección hacia lejanos horizontes, como también a la visión casi cartográfica típica de las autopistas. Aquí no hay velocidad, panoramas, ni mirada a lo lejos, sino adentramiento e inmersión, recordándonos que el paisaje emerge del humano. Como bien dice Jean Marc Besse “El paisaje es ante todo, en este caso, una experiencia. Pero en sentido general, esta experiencia paisajera o, mejor dicho, este paisaje que se presenta como experiencia, no remite a nada más, para el ser humano, que a una determinada manera de estar en el mundo”|2|. En otras palabras, acontece y aparece ante quien esté dispuesto a encontrarlo.