Huellas grises de un 2 de Mayo
H oy 2 de mayo de 2016, ocho años después de que el volcán Chaitén hiciera sentir su furia sobre nuestro pueblo y los que estaban alrededor, quise plasmar en estas líneas todo lo que nuestra familia vivió en esos días.
Sería como la una de la madrugada del 2 de mayo de 2008 cuando todas nuestras dudas se aclararon y comenzó la lluvia de ceniza, que caía suavemente, sin apuro; creíamos que era nieve pero no, ahí estaba, era el volcán, el volcán Chaitén. Hasta ese día no conocíamos ningún volcán con ese nombre… un feroz volcán que explotó con tanta furia sobre nuestras cabezas, sobre nuestros sueños, sobre todo el trabajo de años, sobre nuestros cuerpos insignificantes.