Lo siento, mamá
El dolor de no reconocer a la persona que eres en el reflejo de tu espejo, te condena día tras día a un dolor amargo y desesperado. Matías, un joven de 17 años, deberá enfrentar el difícil camino que lo llevará a la aceptación de ser quien su corazón se lo dice a gritos, esto, para que pueda alcanzar la paz que necesita, al reconocerse como la mujer que es.