Paisajes culturales en Chile
La categoría de paisajes culturales, que destaca el patrimonio natural y cultural de Chile y su historia, contribuye a fomentar el orgullo nacional por los bienes culturales ubicados a lo largo de la loca geografía chilena y proponen una correspondencia entre sociedad y medio ambiente, así como una interacción recíproca con las culturas que los formalizan y determinan en su acción transformadora.
Algunos de los paisajes culturales presentados en esta publicación, surgen junto a otros acervos territoriales y económicos, alcanzados por Chile durante la segunda mitad del siglo XIX. En este período Chile se consolidó como país, fortaleció la expansión del estado nacional y fijó los límites y contenidos de su estructura social y territorial.
En su mayor parte, estos paisajes culturales evolucionan, como es el caso del Cabo de Hornos, Tierra del Fuego, lago General Carrera, Chiloé, el pueblo Mapuche, el Valle Central, los paisajes culturales de la sal, Santiago, Rapa Nui, Valparaíso y la Ruta de la Sierra. En tanto, el paisaje minero del carbón en Lota, la company town del cobre en Sewell, los conjuntos del salitre y el Qhapaq Ñan en el norte de Chile son paisajes culturales relictos, en los que la progresión de su principal función industrial llegó a su fin, con excepción de la empresa María Elena, la última de las ciudades del salitre.
Los paisajes culturales relacionados con los pueblos indígenas destacan cosmovisiones, culturas y formas de vida, de acuerdo con sus tradiciones milenarias que destacan su relaciones con la naturaleza y sus diversos ecosistemas, inmersos en territorios interrelacionados que forman parte de un entorno con sus particulares manifestaciones biológicas y culturales.