Reseña

Antes de ser un cazador furtivo y agricultor solitario con la pasión del injerto, Leo Vialetti fue un niño de Val Prino en Italia del boom que nunca llegó aquí, una Liguria de frontera que ve el mar por error y en la que crecer sin padre significa crecer demasiado pronto.
En un verano tan decisivo como todos los que hacen de preludio a la adolescencia, el único adulto que parece querer cuidarlo es un extranjero, un argentino, Raul Porti, que le da tutorías escolares y le enseña a amar y hacer fértil la tierra, antes de desaparecer de repente.
Cuando Leo decida comprar en subasta la vieja mansión de Raúl Porti, lo que descubra lo obligará a perder un medio amor recién florecido y salir a ciegas hacia Argentina, para comprender dónde y cómo terminó el hombre más importante de su vida, precisamente en los días más terribles del siglo XX sudamericano, los de los desaparecidos.
Gracias a una lengua lírica, afilada y precisa, Magliani construye una historia durísima de formación, que no hace descuentos a nuestra historia reciente y que nos habla de un afecto que supera los juicios y los límites espaciotemporales para devolvernos la aventura épica por excelencia, la búsqueda de sus raíces.