Reseña

Hace ya más de cien años tuvieron lugar los primeros trabajos para llevar un ferrocarril desde la vía central a los límites cordilleranos por el sector de Victoria, con el fin de empalmarlo con el ferrocarril de Zapala a Bahía Blanca, para que ambos países pudieran tener un nexo entre los océanos Pacífico y Atlántico.
Hubo muchos estudios del lado chileno, buscando la mejor forma de llevar el ferrocarril hacia lo alto. Trabajaron en ello los ingenieros Oscar Parodi, Abel Munizaga, Emiliano Jiménez y Teodoro Schmidt Quezada, siendo el estudio realizado por este último, el que definió la vía que serviría para el ferrocarril y el sector donde se horadaría la cordillera
de Las Raíces para habilitar el túnel que definitivamente se construyó en el lugar.
El estudio definitivo fue realizado por el ingeniero Emiliano Jiménez, y tiene las firmas del ingeniero Gabriel Quiroz, como ingeniero jefe y el visto bueno de Teodoro Schmidt, director del Departamento de Ferrocarriles de la Dirección General de Obras Públicas.
El túnel fue diseñado con una longitud de 4.545 metros, para una trocha de 1,68 metros.
Diez años demoró su construcción iniciada a fines de 1929, su uso ferroviario fue menor y hoy se encuentra entregado al tráfico motorizado, esperando que alguna vez vuelvan a pasar por su interior modernos trenes llevando y trayendo mercaderías desde el otro lado de los Andes.