La casa de muñecas
Poesía
Un buen libro de poesía no se mide por el uso de ciertas palabras o imágenes creativas, sino más bien por la consecuencia en conjunto de todas ellas y este libro es un muy buen ejemplo. Por lo mismo un lector curtido, al finalizar la lectura del último verso, deberá sentir como propio en carne y alma, todo aquello que esta voz en primera persona, permite ingresar en sus personajes o situaciones en los recovecos de esa casa de muñecas. Ese buen lector, no lo dudo, muy pronto termina el día, extrañará volver a la lectura de estas páginas a impregnarse de perfume barato y de sílabas entrecortadas, más allá de ser una mera visita, sino más bien, un habitante de esta peculiar, pero dichosa casa de muñecas.
René Silva Catalán