Fuera de tiempo
Cuando florezcan los cerezos, mi vida, te levantarás
temprano y caminarás entre las ruinas buscando tu
casa, tu reloj, la carta que ya habías perdido y recobrado.
Las mil grullas de papel aún esperan para echarse a volar
por aires más limpios, sin el estruendo cegador, lejos
del polvo y la muerte, distantes del fuego. Cuando
florezcan, mi vida, esos abrazos, renacerás en cada pétalo
y en cada aroma. La ceremonia será sencilla: besarás tu
piel desintegrada y crearás otra forma que permita la
caricia necesaria.