Reseña

La memoria es el registro que nos permite reconocernos en nuestro origen, nuestras creencias, nuestra historia y también el recordar cómo somos y éramos junto a nuestros seres queridos.
Lo sucedido en septiembre del 2015 en el barrio de Baquedano fue un suceso muy conmovedor. Era inevitable el no ir ayudar a las personas dado que las familias de ese sector habían quedado sólo con lo puesto, sus cosas estaban mojadas y muchas de sus mascotas desaparecidas. En estas circunstancias es imposible como ser humano no dejar de empatizar con lo sucedido, ponerse en el lugar del otro y simplemente sumarse a ayudar en lo que se pueda.
Recuerdo que, en esa ocasión, mi aprecio y conocimientos de fotografía fueron útiles para muchas de esas personas, ya que casi todos querían conservar los recuerdos de sus fotografías, y otros simplemente se desahogaban contando sobre aquellas imágenes que no lograron recuperar. Junto con algunos amigos fotógrafos hicimos una pequeña campaña, donde se compraron algunos álbumes que fueron cedidos a los vecinos para resguardar las fotografías que se lograron rescatar. En ese proceso se conversó con varias personas, donde salía a flote la historia personal de cada uno de ellos, dando a conocer sus historias y la importancia que tenía para ellos residir en ese sector. En ese momento la ayuda solidaria fue lo principal y el poder dialogar y compartir con las personas, fue lo principal.
Pasaron unos 4 años, para volver a calle Chacabuco en el sector de Baquedano. Fue tras un encuentro de fotografía, donde volví a retomar este tema, así fue como con un grupo de fotógrafos fuimos a ese lugar y nos encontramos con un territorio en transición. La mayoría de las casas de calle Chacabuco, a las cual había asistido en aquel tiempo que aconteció el tsunami ya no estaban en pie, solo se dejaba entrever un gran sitio eriazo, con algunos rastros de azulejos, enchufes de corrientes y cerámicos que daban a entender que antes ahí había una casa. En cuanto a las casas que estaban en pie, aun guardaban las marcas del paso del agua siendo solo algunas habitadas por sus dueños, y muchas otras de las casas estaban abandonadas o habitadas por ocupas. Solo quedaban algunos vecinos que se resistían a la idea de vender sus casas e irse, y nos contaban que el SERVIU o una inmobiliaria estaban interesados en comprar los terrenos. La verdad es que hasta principios del 2019, el destino del barrio Baquedano era bastante incierto, luego vino el estallido social y posterior pandemia en el año 2020 quedando este sector postergado y en una transición ambigua.
Esta historia de vidas y de barrio, guarda un plan urbano mucho más complejo, ya que por décadas se sabe que el territorio donde está el barrio de Baquedano, es un lugar que cada cierto tiempo, tras algún terremoto de gran magnitud puede inundarse, lo cual ya había pasado en el año 1922. Hoy en día se espera una conciencia mayor dada la experiencia, de quienes realizan las nuevas planificaciones urbanas, quienes debiesen considerar aquellos lugares que por naturaleza el agua ocupa naturalmente en determinados momentos, sin embargo, las construcciones inmobiliarias son más frecuentes y son un negocio para quienes son sus dueños.
Paisaje sugerido, nace tras seis años de reflexión y de observación del cambio del paisaje, en donde las inmobiliarias construyen nuevas viviendas para las personas, en lugares que en algún momento la naturaleza tarde o temprano se hará presente, siendo estos nuevos espacios una solución habitacional, pero que en cualquier momento puede cambiar de manera drástica.