Reseña

Esta es una historia de niños y adolescentes liceanos que debieron estar jugando y estudiando, pero que en los hechos se dedicaron a combatir un régimen terrorista. Es por lo mismo, un libro que trata de entender porqué en vez de estar haciendo lo primero, hacían lo último. Para lograrlo, estos escolares se dotaron de una organización que tuvo continuidad durante casi toda la década de 1980, el Movimiento Aplicacionista por la Democracia (MAD). El texto reconstruye dicho proceso organizativo, y, a través suyo, el del movimiento estudiantil secundario en dictadura.
Para cumplir este objetivo, el libro hace un recorrido histórico del movimiento secundario chileno desde su origen hasta el golpe de Estado de 1973. Luego, avanza sobre las condiciones sociales y políticas de la época, teniendo como eje de análisis a la escuela secundaria pública santiaguina en los tiempos del terror de estado. Pero no se queda en las “condiciones estructurales”. Explora las formas en que la dictadura se instaló en la cotidianeidad de la vida escolar, al tiempo que escudriña en los sueños, proyectos, ilusiones, desilusiones y esperanzas de aquellos estudiantes que pusieron su energía y tiempo adolescentes en un norte poco amigable: poner fin a una dictadura. Es un libro con mártires, pero sin héroes. Como la vida misma, y especialmente la juvenil, se mezclan una toma escolar y el reto de una madre, ganar un centro de estudiantes y tener que aprobar un curso, iniciar los primeros escarceos románticos y asistir a una marcha, jugar un partido de fútbol o de básquetbol y concurrir a una reunión en una sede sindical, o probar por primera vez la mantequilla y aprender a hacer bombas molotov. Un libro de historia, pero también de memoria. Un libro acerca del pasado, desde el presente y, esperamos, para el futuro.