Reseña

La comunidad internacional sabe por experiencia que existe una cierta periodicidad en la
que Israel autoriza a sus soldados a matar Gazatíes, o palestinos en general, y que no habrá
voluntad política para sancionar dichos actos. Probablemente declaraciones ambivalentes o
retórica que poco persuaden las ofensivas militares o de agentes de seguridad.
¿Cuándo habrá sido el momento en que los palestinos perdieron su condición de persona
humana?, ¿se habrá firmado algún tratado Erga Omnes (normas reconocidas por todos) a
espaldas de la opinión pública mundial?, ya que de otro modo no se comprende, ni justifica
la inacción del sistema internacional ante los constantes castigos colectivos, absolutamente
ilegales, que se ordenan sobre las personas que habitan en la palestina ocupada.
Por ello, la apertura de una investigación por parte de la Corte Penal Internacional resulta
todo un acontecimiento en materia derecho penal internacional.
Esta obra pretende presentar argumentos que muy posiblemente verá en propiedad la
Corte para determinar si se han cometido crímenes sobre territorio palestino, qué tipo y
cuales serían las sanciones que debieran dictarse a los responsables.
Por cierto, el camino de justicia recién se ha abierto y las dudas respecto a la capacidad del
órgano penal internacional por superar los obstáculos del lobby o presión por parte de
actores relevantes para que el fiscal y los jueces archiven el expediente, aún no es evidente.
La esperanza de justicia y paz tras el inicio de esta investigación, no sólo es para los
palestinos, sino que para todos los que han aportado desde la convicción y compromiso por
la tipificación y sanción de los crímenes internacionales, como un primer paso para avanzar
en la conformación de un mundo más justo, el cual permita las condiciones para avanzar en
la paz entre los pueblos.