1984
Estamos ante una novela distópica publicada en 1949, que se enfoca en la vida de Winston Smith, un miembro de bajo rango del Partido, quien vive frustrado bajo la mirada omnipresente de sus compañeros y en especial de su gobernante, llamado el Gran Hermano. Ambientada en un Londres sumido por un gobierno de régimen totalitario, el Gran Hermano controla todos los aspectos de la vida de las personas, incluso inventó una “neolengua” con el fin de eliminar por completo cualquier tipo de rebelión política.
En este contexto el protagonista inicia una sutil rebelión contra el Partido llevando un diario de sus pensamientos secretos, lo que supone un crimen de pensamiento mortal. Junto con su amante Julia, sostiene una lucha por la libertad y la justicia, en un mundo en el que nadie más parece ver, o no ver, la opresión a la que se opone.
Orwell explora con eficacia una serie de temas asociados al poder y nos muestra una realidad aterradora, en la cual el control total de toda una nación bajo un estado totalitario es perfectamente posible. Si el mundo cayera bajo el control de uno o incluso de varios dictadores, el futuro podría convertirse fácilmente en un mundo retorcido y cruel en el que cada movimiento, palabra y respiración podrían ser vigilados por un poder omnipotente y omnipresente al que nadie puede detener, o incluso oponerse sin temor a la muerte.