El suceso
El doctor Wilhelm Stekel fue discípulo de Freud en la época de la consolidación inicial del psicoanálisis en Viena, donde participó con mucho entusiasmo en “el círculo de los miércoles”. Era austriaco, según la configuración del mapa de comienzos del siglo XX, pero hoy sería rumano. Su familia tenía raíces ezkenazis y sefarditas. Su fascinación con la obra de Freud lo llevó a tratarse con él en unas cuantas sesiones por un problema íntimo: la compulsión al onanismo. Stekel había escrito ya un estudio titulado “El coito en los niños” y a la vez se mostraba en el análisis como un sujeto con tan pocas represiones en la evocación de su libido remota que Freud lo consideró “un testigo invaluable de su teoría de la sexualidad infantil”.