A la salida del Viper Room
A la salida del Viper Room se encasilla en el novísimo «weird noir», pero su autor prefiere decir que se trata de un «policial interior», construido en base a la psiquis parlante de su personaje principal, Milo Anteros Weldt, navegando en aguas terrosas (en tercera persona y en el palpable presente) que van desde el relato surrealista clásico hasta el gore más grotesco, terminando con el parangón de un actor de Hollywood que falleció a los 23 años producto del consumo de drogas. Es un registro narrativo cuya pulsión es lo inusual y extraño, colindante en lo absurdo, demostrado tanto en la prosa rica en adjetivos exóticos como en los arquetipos cercanos al protagonista, décadas de los 80 y 90. Con estructura vanguardista y, ¿por qué no?, osada, el libro es una «fábula de la orfandad» (con un dejo patético y wertheriano). El paradigma investigativo se establece en la búsqueda del protagonista para evaluarse a sí mismo dentro de un mosaico de sinsentidos y fantasmas, desde un pasado que define el presente con sinceridad y emoción tanática.