Futón
O cómo vengarse del jefe de tu esposa y convertir el odio en justicia
Futón es un ingeniero en dos menciones: obras civiles e industrias. Ha planeado un crimen contra el jefe de su cónyuge, Belén. El móvil: el maltrato.
Futón cuenta que cada vez que ella llegaba al hogar desde el trabajo, él podía percibir claramente los perjuicios en su cuerpo y en su alma tristes: los ojos de Belén, sus dedos, su vientre, sus piernas, el aire que desplazaba, todo olía a maltrato.
Para Futón, no hay peor lacra que el maltrato y más aún cuando lo cruzan las buenas costumbres. El jefe tenía que morir, pero no instantáneamente. Habría sido todo muy estúpido. ¿La oscuridad de pronto porque sí? No. El castigo es un proceso, siempre debe ser un proceso, si no, todo se reduce a un simple mal rato. Tenía que ser un crimen de excelencia, premeditado, resultaba lo más ético y consecuente.
Esta es la historia de ese proceso. De su obsesiva planificación. Y de su increíble resultado.