La vida inmueble
En La vida inmueble –la tercera novela de Federico Galende tras las celebradas Me dijo Miranda e Historia de mis pies–, la inquietud de la quietud forzada es un cañón apacible que dispara flores: escenas falsamente atolondradas, verdades subrepticias en una línea, digresiones tan entrañables como graciosas. Junto a una galería escueta de personajes fascinantes –Silvina, Barona, las Trillizas de Oro, el amigo de las alcachofas–, Rumy teme la posibilidad de ser denunciado por resfrío mientras despliega toda su humanidad en la dulce y ardua tarea de estar vivo.