Confesiones de un escritor fantasma
¿Qué es lo que hace que un ser humano de carne y hueso
se convierta en algo tan etéreo e insustancial como un
escritor fantasma?
Para el caso del protagonista de esta novela (personaje
del que nunca sabemos el nombre), las razones pueden
ser múltiples: necesidad, comodidad, miedo a ser, temor
a enfrentar el proceso post creativo y una rara obsesión
por lo absurdo y aleatorio propios de la existencia
humana.
Como un joven Edipo huyendo de Corinto, el protagonista encuentra su destino escapando de la condena moral
de sus coetáneos y de las terribles garras de la policía
secreta de la dictadura militar que lo acusa de ayudista.
Sobreviviente de la represión dictatorial, ya convertido
en hombre maduro, justo en el momento en el que su
vida debe dar un giro hacia la autorrealización, la estrechez económica y el veto a su labor de profesor, lo obligan a aceptar un trabajo alterno de escritor fantasma.
En el final de sus días, su propia esposa, personaje que
representa la conciencia del protagonista, le enrostra su
condición de falso Prometeo que ha terminado por entregar el fuego de los dioses a los mercaderes de turno.
La pregunta que queda rondando en el aire es: ¿qué es lo
que hace que los humanos seamos tan corruptibles hasta
el punto de transar lo más sagrado y renunciar al propio
ser?