Reseña

La historia de vida de Raúl Mautz comienza en 1936, el sur de Chile, en La Unión, donde nació. Desde su temprana infancia y toda su juventud debió enfrentarse a una sociedad sin preparación para aceptar las diferencias, vive momentos de discriminación, desolación, incomprensión, por el hecho de haber nacido ciego. El cerezo de su patio es un árbol especial, el descansa bajo la sombra del su cerezo, su único refugio frente a la agresiva sociedad de esa época, este árbol es su consejero y le permite sentir un poco de paz y esperanza.
La capacidad de resiliencia, persistencia y convicciones personales llevan a nuestro protagonista a cumplir sueños. En Valdivia estudia en la Escuela Normal y se titula en 1960 de profesor de literatura, historia y música. Una década más tarde es nombrado director de la escuela de ciegos de Valparaíso, sin embargo la dictadura militar lo obliga a dejar su cargo, y regresa, nuevamente, al sur a ejercer su labor de profesor en La Unión y Osorno. Por el contexto político chileno en 1986 decide emigrar a Argentina con su familia. En 1992 regresan a Valdivia y desde 1993 comienza a tocar su acordeón en la calle Ramón Picarte y Camilo Henríquez hasta el inicio de la pandemia en 2020. En Valdivia es nombrado tesoro viviente por la Universidad Austral de Chile. El hombre del acordeón se trasformó en un ícono de Valdivia. La ciudad espera su reaparición.
Según las palabras de Raúl; «espero que este libro sirva para que las personas con capacidades diferentes sean incluidas en la sociedad chilena y vivan libres de discriminaciones».