Hechizos, por mientras para siempre
“Lo hechizo” deviene práctica constructiva con altas implicancias creativas que está presente en una multiplicidad de ámbitos en la vida cotidiana, que modela objetos o lugares, y da una estética nueva al entorno planificado.
Nos enseña cómo los ciudadanos hacemos visualidad, permitiendo que el entorno hable con nuestras propias soluciones constructivas hechas con la inventiva de lo que se tiene a la mano, con “chispeza” y con “cachaña”, hechas “a la diabla”. Los hechizos emergen desde todos los espacios -más o menos- normados, en sus intersticios y a la intemperie, escribiendo sobre lo reglado, otorgándole otra plasticidad y forma a lo constituido. Es la sabiduría que hace frente a las emergencias del día a día, sabiduría puesta en ejercicio a diario, en distintos territorios que atraviesan horizontalmente tanto al arquitecto planificador, como al artista creador o al maestro zapatero.