Escuelas para la justicia social y la inclusión
Las sociedades contemporáneas deben estar comprometidas con el progreso hacia comunidades con mayor equidad y justicia social, donde las diferencias entre las personas no sean un factor de riesgo para la exclusión, la discriminación o la desventaja, social, laboral o educativa, sino más bien, una oportunidad para mejorarlas. La escuela tiene que dar respuesta a este compromiso para el cambio social con vistas a empoderar a los agentes educativos llamados a desarrollar una
educación escolar, en el marco de la “nueva ecología del aprendizaje” (Coll, 2013), capaz de ayudar a construir esa sociedad con mayor justicia social.