Vivienda y ciudad para una nueva constitución
El presente documento entrega una reflexión sobre la importancia de resguardar constitucionalmente dos importantes derechos; la vivienda y la ciudad.
En primer lugar, la vivienda porque ella es el espacio esencial que posibilita la vida de las personas y en consecuencia representa un derecho fundamental. Actualmente en Chile 438.113 viven en una vivienda de calidad insuficiente o en condición de allegamiento o hacinamiento (Casen 2020) y 81.643 hogares lo hacen en campamentos precarios (Techo, 2021), lo cual representa un déficit total de 519.756 viviendas.
En segundo lugar, la ciudad porque ella permite que el derecho a la vivienda se cristalice en una construcción social y colectiva, donde es posible compartir un proyecto de vida en común y en sociedad. Actualmente en Chile el 87,8% de la población vive en áreas urbanas, es decir 15.403.634 personas. Contamos con 34 ciudades de más de 50.000 habitantes y 259 con más de 1.900 habitantes1 (Censo, 2017). De este modo, las ciudades representan para la mayoría de los chilenos un camino para acceder a un buen vivir, aunque no es el único camino, ya que el 12,2% de la población chilena vive en la actualidad en la ruralidad representando a 2.149.469 personas (Censo, 2017).
Entender el derecho a la vivienda y la ciudad es un paso fundamental para la construcción de una mejor sociedad. Chile ha esperado mucho tiempo por este reconocimiento constitucional. En efecto, ninguna Constitución chilena a la fecha ha reconocido la ciudad como el espacio fundamental donde se pueden ejercer derechos colectivos.
Lo anterior, fundamenta la pertinencia de un reconocimiento constitucional de ambos derechos como pasamos a describir a continuación.