El invierno de Manuel
Poemas como los de esta publicación nos indican que nos encontramos ante un poeta transparente, desnudo y honesto, que no teme mostrar su interior a los lectores y lectoras que atesoramos su experiencia que sirve para conservar la fe en momentos como los que vive el mundo entre estallidos y pandemia.
Manuel transita entre figuras literarias y recursos poéticos creativos y naturales, que le calzan como un guante a la mano, nada en sus versos es forzado, aunque se trate de un suspiro o del grito desgarrado de quien ha conocido el infierno, al decir de él mismo. Pero que ha salido de allí cargando una identidad como poeta consagrado que no tiene nada que demostrar, tal como se desprende de este poema que es un verdadero manifiesto:
Paranoico
I
Cuando el loco dejó de ser loco
y pasó a ser paranoico,
estalló en mil pedazos toda la tierra blanca
de su memoria adormecida,
se dio cabal cuenta de su poder
y rindió homenaje a Vincent, a Alfonsina, a Federico,
para pasar a asumir su vital condición
de poeta en el ocaso de los negociantes y negreros.