Unos visitantes
Colomba y su tía abuela Lucrecia viven muy cerca de la
playa, tan cerca que desde su casa se escuchan las olas del mar.
Una mañana, en que hacía más calor que de costumbre, la tía abuela Lucrecia lanzó al aire sus cinco conchas marinas y, al ver donde cayeron, le dijo a su sobrina nieta que las estrellas del mar les dijeron a las del cielo que vendrían unos
visitantes.
En ese momento golpearon a la puerta. Colomba abrió y se encontró con un pingüino ...