Reseña

Chile vive una profunda transformación en el aspecto social, político y económico, originado por el contexto global y también los movimientos internos en el país que dieron paso al estallido social que originó que se abriera la posibilidad de construir una nueva constitución política, bajo una Convención Constitucional compuesta por representantes elegidos democráticamente y quienes tienen la responsabilidad de sentar las bases del futuro de un país próspero en Latinoamérica y ejemplo para el mundo sobre el crecimiento y avances en diversas materias como el desarrollo humano.
Durante este periodo, Carlos Roberto Williams Covarrubias Carmona, que ha sido testigo de estos cambios con una historia de trabajo y familia ligada a labores con un contacto comunitario; ha planteado a través de medios de comunicación y sus redes, una serie de planteamientos sobre los principales aspectos que debiera contar la nueva Constitución y que hoy presentamos en este libro, que compila todas sus columnas con opiniones basadas en el conocimiento de campo, una mirada global sin partidismos y con el único fin de contribuir a un Chile Mejor, desarrollado, efectivo, con un mensaje directo sobre la mantención de la paz y la seguridad del país, puntualizando que la Democracia no puede ser destruida, por ideologías anarquistas o donde primen los intereses personales, por sobre los colectivos.
El autor sostiene que para crear esta nueva Constitución se debe tomar como base, la formación de la Unión de Países Hispanoamericanos, donde el foco esté en el ser humano más que en la economía, porque precisamente aquella situación incidió en los conflictos que se mantienen en las sociedades modernas.


En cada uno de los capítulos se escriben ideas basadas en la historia, geografía, economía, educación, seguridad, desarrollo humano y los valores que ha ido perdiendo la sociedad, presentando propuestas sobre los principales artículos que deberían incluirse en la Nueva Constitución.
Es una apuesta interesante, porque la lectura del texto presenta una serie de ingredientes que aportan ideas concretas; antecedentes como el liderazgo que debiera estar en las nuevas autoridades y que a veces se deja de lado.
Los invito a leer estas ideas que son la base de una historia común, Chile requiere de una Constitución que involucre a todos los actores y qué importante es que la propia comunidad desde las regiones, exprese sus planteamientos, sueños y esperanzas.