La afectividad
Luces y sombras
Hoy más que antes, el tema de la afectividad reviste gran importancia. Durante siglos, en el cristianismo se destacó lo referente a la razón y la voluntad, acentuando los peligros y desvíos que se daban en relación al afecto. No se lograba integrar positivamente el significado que este revestía en el marco de un marcado humanismo.
A principios del siglo XX, el padre José Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, fue pionero en destacar lo fundamental de incorporar el mundo de la afectividad a la educación y transmisión de la fe, así como su importancia para la evangelización.
El presente texto recoge los principales aportes del P. José Kentenich sobre esta materia.