ChileChile
Detalle
ISBN 978-956-404-540-5

26-21-06
Mis memorias sobre el arte y la arquitectura en la Universidad Austral de Chile

Autor:Martínez Kraushaar, Roberto Pedro
Editorial:Martínez Kraushaar, Roberto Pedro
Materia:Arquitectura
Público objetivo:General
Publicado:2021-08-29
Número de edición:1
Número de páginas:118
Tamaño:21x29cm.
Precio:$20.000
Encuadernación:Tapa dura o cartoné
Soporte:Impreso
Idioma:Español

Reseña

La Escuela de Arquitectura y el Instituto de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Austral de Chile, fundados el año 2000, son herederos de conocimientos de la Escuela de Ulm, con conceptos tales como “El Espacio Social” de Max Bill y la “Arquitectura Sustentable”. Estos conceptos llegan primero a la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Los Lagos por intermedio del arquitecto Eduardo Vargas Herrera. Estos fueron también los conceptos constituyentes de la Escuela de Arquitectura en Valdivia, instalados por sus fundadores Roberto Martínez Kraushaar y José Biskupovic Moya, junto al equipo colaborador, Marta Scheu Torres, Elisa Cordero Jahr y Juan Carlos Olivares Toledo.

A estas ideas fundacionales se suma otra, la del “El Espacio en Equilibrio”, que llega desde Alemania a través de otro arquitecto fundador, Ernst Kasper, quien nos acompañó con su talento, sabiduría y generosidad desde la creación de la escuela hasta su muerte el año 2008.
Estas tres ideas se van integrando al concepto de “Lo Sur”, y se empieza a crear una nueva arquitectura para nuestro contexto Austral.

Años más tarde la Universidad Austral de Chile comienza a saborear la idea de crear la Facultad de Artes, pero sin una clara visión de cómo debía estructurase. El año 2010, le expuse al entonces Vicerrector Académico Oscar Galindo, mi visión sobre una Facultad que integrara todas las artes. Esta visión fue cobrando forma en un trabajo conjunto con colegas que en el libro se nombran. Finalmente, el proyecto fue convenciendo a todos los cuerpos colegiados de la universidad, para hacerse realidad en agosto del año 2014.

Es así como hoy en día esta nueva y gran Facultad de Arquitectura y Artes otorga la posibilidad de estudiar, en el ámbito de las artes, a miles de jóvenes y permite también encontrar un espacio de desarrollo a un centenar de profesionales.

Durante el largo invierno del año 2019, en una fría y silente oscuridad, surgió en mí una música, la música de los momentos vividos, los recuerdos. Este encuentro conmigo mismo me abrió la posibilidad (como dice la canción de Los Beatles,” There’s a Place”) de viajar a mi memoria y así construir un relato sobre lo hecho.
Todo comenzó en medio de una conversación muy arquitectónica con un exestudiante, Fernando Huenchullanca, quien me preguntó sobre los orígenes de la escuela donde él había estudiado. Nunca nadie le había contado sobre eso. Me puse a relatar de dónde venían los pensamientos que le dieron su carácter, quiénes habían intervenido en su creación y cómo se fue desarrollando. Se nos ocurrió entonces modelar estas conversaciones en forma de entrevistas, las que finalmente dieron forma a un relato.
Varias personas colaboraron en este proceso: con las transcripciones, con la revisión de los textos y con las agudas observaciones de un comité editorial compuesto por docentes o profesionales que habían vivido las distintas etapas de los veintiséis años que se relatan, quienes añadieron historias, anécdotas o sugirieron que me explayara sobre ciertos temas que consideraban importantes. Un afectuoso agradecimiento a todos ellos. Otro aspecto relevante de este relato fue la búsqueda de imágenes en los archivos de la facultad, la escuela, el instituto, la Kunstakademie de Düsseldorf y algunos archivos privados.
Finalmente, esta narración se diseña en un libro a modo de una cinta temporal, donde imágenes y textos desarrollan paralelamente y en conjunto, su lectura. El nombre es 26:21:06, pues habla de esta temporalidad de 26 años dedicados en total a la docencia y gestión académica: 21 años a la Universidad Austral de Chile (escuela e instituto) y 6 años a la creación e instalación de la Facultad de Arquitectura y Artes.
Creo que este esfuerzo por dejar un relato para mis queridas escuela y facultad es importante, ya que una narración selecciona y da continuidad y coherencia a aparentes acontecimientos dispersos. El relato ilumina. Sin un relato nos damos vueltas en acontecimientos e informaciones dispersas, en meros ejercicios formales carentes de un espesor de conocimiento. Son sólo puntos en el vacío. Cuando esto sucede estamos en el sinsentido, en el individualismo y la neofília. Sin un relato queda un arte vacío, carente de inserción cultural. Es el triunfo del individualismo neoliberal. Tener un relato sirve para transformarlo o darle continuidad. El relato nos da la posibilidad de elegir, de construir escuelas con carácter propio, no ser simplemente una más entre miles.
El trabajar sobre un relato nos obliga a trabajar de modo colaborativo y entretejido, a despejar los egos y los individualismos, a dar un sentido individual y colectivo a nuestras vidas. Si la escuela gana, todos ganan. Si la facultad gana, todos ganan. Son tiempos difíciles para entender esto. Es un hermoso desafío.

Contáctenos:

Avda. Lib. Bdo. O'Higgins 1370, Of. 502. Santiago / Tel. 226720348