Reseña

Reviendo Curicó en Canciones es un libro que recuerda anécdotas de su autor, desde que sale de la cotidiana seguridad que le brinda su seno materno ya que comienza a asistir al Kindergarten, hasta que deja su ciudad natal, para iniciar sus estudios profesionales en la capital. De estos años extrae vivencias que se traducen en amenos relatos, escritos en cuartetas propias de la poesía, logrando de manera alegre y poética, introducirnos en el mundo de los niños y de los jóvenes de los años cincuenta e inicios de los sesenta. El escenario, la alameda Manso de Velasco, que para los niños era la extensión de los patios de sus hogares, comenzó estando circunscrito a las calles Buen Pastor, Chacabuco y Merino Jarpa y, a medida que fueron creciendo, se incorporaron lugares como la Plaza de Armas, el Cerro Condell y las calles céntricas de la ciudad.
Este ameno libro, el primero de su autor, refleja las vicisitudes e inquietudes de la juventud, así como esa rica historia que se va formando con la vida de diferentes personajes y de las costumbres propias del alma curicana de mediados del siglo XX.
Todos los relatos están relacionados con alguna canción que su autor cantó en veladas musicales tan propias de esa época, especialmente en colegios de la ciudad, en la radio o en la mayoría de los pueblos aledaños a Curicó.
También incluye letras de canciones de su creación, con secuencia biográfica, otras que constituyen un tributo a la Escuela Normal, donde estudió toda su enseñanza media y una tonada dedicada a su querida ciudad de Curicó.
Héctor Arenas Sotelo, es un curicano amante de su tierra, que nació iniciándose la segunda mitad del siglo XX. Como todos los muchachos y niñas del barrio alameda Manso de Velasco, forma parte de familias que se esforzaron en darle educación a sus hijos en un ambiente de dignidad y de estricta austeridad. Su niñez transcurre como la todos los niños de las provincias de esa época, es decir interrelacionándose con sus semejantes, bajo la conducción de sus padres y formados, recibiendo de forma personalizada la labor misionera de sus maestros en el colegio.
Todos sus estudios secundarios los realizó en la desaparecida Escuela Normal de Curicó, alma mater, que en este libro recobra vida a través entretenidas historias de sus alumnos y maestros, así como con relatos de la influyente vida académica de la Escuela en la ciudad, logrando con aquello, refrescar en la memoria el verdadero espíritu normalista.
Héctor, Titín, como le dicen sus amigos, desde muy niño se interesó en la música, como aquí queda demostrado y ahora, en la quietud que le otorga la madurez, deja registrado en este libro un interesante y entretenido pedazo de historia de la vida de esta hermosa tierra huasa.