Tenía veinte años cuando pasé por esos lados
Una balacera en Pucatrihue, un boxeador de pueblo en la capital, un pescador de los fiordos y canales del extremo sur que se convierte en soldado, la soledad y la espera de un viajero en una estación de trenes, cogoteros y cuchilleros de puerto pueblan las páginas de este libro de cuentos con toques de realismo costumbrista y fantasía chilota.
Leer los cuentos del Chilote es como sentarse alrededor de un brasero, parar la oreja, dejar chambrear el vino y emborracharse de historias sin tiempo. Desde la Patagonia a la capital, entre el vapor del frío y los cigarros, detrás de las cortinas que ocultan las casas de putas, en el guante de boxeo que golpea la cara del lector, está la poética y la ternura de Pablo Varas, muy cerca del relato oral que en el boca a boca y de bar en bar pierde e incorpora piezas hasta hacerse leyenda.