El libro de los muertos
A pesar de ser una obra ineludible para pensar la poesía contemporánea,
El libro de los muertos no había sido vertido a nuestra lengua sino hasta
ahora. En él nos encontramos con una de las mayores tragedias industriales de los Estados Unidos: la construcción y explotación del túnel de Hawks Nest en Gauley Bridge, Virginia Occidental. Ahí, un numeroso grupo de mineros moriría por silicosis dadas las condiciones insalubres en que trabajaban. Publicado en 1938, este ciclo de poemas funciona como un plano secuencia de una road movie que aborda el evento echando mano a una diversidad de fuentes y materiales (audiencias, investigaciones y actas judiciales, entre otros). Así, Rukeyser registra y cuestiona, de una manera inusitada y radical, confrontando la cruda realidad y ampliando sus límites hasta el punto de generar matices inconfundibles en la piel del poema: una especie de energía que se expande en medio de la tiniebla, haciendo destellar los distintos relieves de una catástrofe que ya quisiéramos lejana, pero en la cual encontramos una escabrosa cercanía.